El Rincón Literario: CRAWLSPACE

Proyecto_CRAWLSPACE_Cargando.

(10 de diciembre, República de Eiyuu. De las noticias de la tarde del canal nacional).

(10 de diciembre, República de Eiyuu. Centro de investigación de la República de Eiyuu).

Caminaba rápidamente María Conchita Hernández, aspirante a ser la nueva vocera del Centro de investigación de la República de Eiyuu. Había llegado hace horas a la República de Eiyuu, la cual se supone había cerrado sus fronteras, pero sin embargo, al ser enviada en una misión diplomática por el V5 y además con escolta de la Asociación de Cazadores, la admitieron rápidamente al país.

– Éxito, señorita – Se despidió uno de los cazadores, vestido con ropa para luchar de color blanca y un peinado que recordaba a los antiguos matones orientales. – Contamos contigo para seguir con la misión de nuestra amiga.

– Muchas gracias, Señor Knucle – Le agradeció la muchacha y con una leve reverencia se dirigió a la entrada del Centro de Investigación de la República de Eiyuu.

Esta era una cúpula plateada gigante, similar a una tortuga, y a pesar de ser parte de las investigaciones científicas de la región, se encontraba resguardada por fuerza militar en la entrada.

– Buenos días, soy María Conchita Hernández y fui enviada por...

– Por el V5, lo sé. – Se acercó a ella un hombre canoso, condecorado militarmente y de presencia imponente. – Bienvenida, Srta. Hernández.

– General Holopainen. – Lo saludó la muchacha de cabello negro y trenzado, estirando su mano en señal de presentación – Un gusto conocerlo, espero llevarnos bien de ahora en adelante.

– Digo lo mismo, Srta. – Le habló estoicamente el militar.

La invitó a cruzar un pasillo plateado, el cual mostraba las diferentes salas de investigación que el recinto poseía. En cada una de ellas, un grupo de científicos desarrollaba diversos elementos mecánicos que testeaban y arreglaban con dedicación.

– ¿Qué es lo que le ha informado el V5 sobre lo que desarrollamos?

– He sido informada que el centro investiga formas de abastecimiento tecnológico autosustentables, debido al cierre de las fronteras y el consecuente impedimento de artículos de importación.

– Exactamente. – Mencionó fríamente el General – Usted, señorita, se encargará de dar a conocer al público sobre los frutos de la investigación que llevamos desarrollando desde hace once meses.

– ¿Frutos? – Cuestionó la mujer – Tengo entendido que este centro solo se encarga de generar ideas, y estas las venden a otros gobiernos.

– Mh... - Sonrió levemente el hombre canoso – Te equivocas. Desde el atentado ocurrido el año pasado, nuestras prioridades cambiaron sustancialmente, gracias a la Alianza.

– ¡Pero si la Alianza fue suspendida!

– No. – Llegaron a una puerta de acero sólido, y los militares que escoltaban a la pareja la abrieron ceremoniosamente.

María Conchita Hernández se dio cuenta en ese momento que el Centro de Investigación de la República de Eiyuu tenía por fachada la investigación de recursos tecnológicos autosustentables, pero lo en realidad se estaba formando era...

– Este es el proyecto CRAWLSPACE. Se están desarrollando organismos semiautomáticos piloteados por cadetes entrenados de la Alianza, con el fin de neutralizar a las células terroristas que actualmente causan estragos en nuestra sociedad. Como espacio de investigación, tenemos todo el noreste de la República de Eiyuu, el cual se encuentra infestado de estas lacras.

La mujer recién llegada observaba impresionada cómo en el plató central del recinto se establecían prototipos de las naves CRAWLSPACE y pilotos con trajes reflectantes hablaban con científicos, ingenieros y otros miembros del personal capacitado que se encontraban alrededor de ellos.

María Conchita Hernández, 27 años, de gran carrera como embajadora cultural y tecnóloga de fundaciones especializadas y organizaciones varias, además de tener un PHD en comunicaciones, en ese instante aceptó el trabajo como vocera del Proyecto CRAWLSPACE.