EL RINCÓN LITERARIO: 5, 6, 7 TO YOUR HEART

 



La Fiesta de Año Nuevo


Como la fiesta no acaba en Netero Producciones, la celebración de Año Nuevo se hizo en un bar en el cual se rentó la zona VIP gracias a los contactos del Jefe, y estaban invitados todos quienes no tuvieran compromiso y quisieran pasarla bien.


¿Cuántos asistieron? ¡Pues todos quienes se zafaron de sus compromisos familiares! Así que estuvo casi el mismo grupo del bus al paseo de Navidad más alguno que otro padre soltero. Eddie, Aisha y yo no fuimos la excepción, ya que Killua nos obligó a ir por "ser parte de su equipo", y obviamente necesitaba refuerzos ya que salieron rumores de que la Chica de Marketing lanzaría todas sus cartas para hacerse de él.


- ¿Por qué yo tengo que ir también? – Le dije hace unos días a mi roommate que se encontraba tomando desayuno después de navidad.

- ¡Obviamente eres la más importante en la Productora! Además de ser la encargada de que todo se lleve a cabo en ella, eres mi guardiana, ¿Recuerdas?

- Oh, ya veo – Entendía a dónde iba desde un principio, pero quería que me pidiera correctamente lo que deseaba – Entonces crees en todos los rumores de pasillo...


Se limitó a tomar desayuno tranquilo, sin dirigirme la palabra. Cuando terminamos de comer, le volví a increpar.


- ¿Pero qué tiene de malo la Chica de Marketing? No le veo nada de diferente a otras chicas que han desfilado por ese sofá...

- Ahora estoy interesado en otras cosas, como cerrar el trato con los idols en Japón.

- Pensé que la usarías para liberar tensiones, señorito, como lo has hecho anteriormente... - En estos momentos prefiero hablar lo más cruel posible, porque al mínimo gesto, mirada o palabras bonitas que me dirija... me romperé.

- Es mi trabajadora, con un demonio, no me metería en problemas por una mujer así. – Y exactamente por eso no quiero seguir ilusionándome contigo. Solo soy tu trabajadora.


Mis ojos se empezaron a empañar, y antes de que se diera cuenta Killua que algo andaba mal conmigo, le cambié el tema con cualquier cosa.


Y hoy en la noche del 31 de diciembre estoy al lado de él tomando unas copas de licor, mientras vemos cómo los demás trabajadores se pasan cervezas y cantan karaoke en un pequeño escenario montado para nosotros. Eddie y Aisha habían desaparecido hace cinco minutos con cualquier "pretexto", así que no me sentía del todo cómoda estando sola junto al soltero codiciado vestido con una chaqueta de cuero, una camiseta de su banda favorita y pantalones negros un poco gastados, ¡Por qué tan sensual, maldición! Sin embargo, aunque quisiera no podía alejarme de él, ya que sentíamos ojos penetrantes detrás nuestro que al menor momento, lo secuestrarían y quién sabe qué le harían.


Pero, en cuanto fui al baño, un grupo de chicas del fanclub del Jefe me hablaron sutilmente.


- Pirika, ¿Podemos hablar contigo un momento, ya que por fin estás lejos del Jefe? – Juré por un momento que mi vida peligraba.

- Cla... claro, díganme. – Se acercaron más chicas al baño, y me acorralaron.

- Pirika, tú tuviste que ver con que el Jefe terminara hace tiempo con esa perra farandulera, ¿Verdad?

- Hem... sí... - No sé qué les debería contar, ya que lo hice como su roommate.

- ¡Lo sabía! – Dijo otra de las chicas – Sakura nos comentó, pero no estaba tan segura.

- Entonces, queríamos pedirte un favor.

- Sí... Lo que quieran...

- Mantén lejos a la perra de Airi Akizuki de nuestro Jefe.

- He recibido el mismo pedido dos veces: Por parte de ustedes y del mismo Jefe.

- ¿Entonces el Jefe no le tiene ganas? – Otra de las chicas exclamó sorprendida.

- ¿Y a quién intenta cazar ahora? – El fanclub casi entero estaba pensando al respecto, y yo igual.

- Le pregunté algo similar hace unos días, y me dijo que no estaba interesado en tener un nuevo affair, y que de hecho está focalizado en el nuevo proyecto.

- ¡Entonces con mayor razón no puedes dejar que esa perra se aproveche de nuestro querido Jefe!

- Ok pero... - Ellas me miraron esperanzadas por aceptar mi misión – En el caso de que el jefe algún día aparezca con una novia... ¿Qué harán?


Luego de pensar un poco, tratando de entender aquella irreal situación, una de ella confesó.


- Espero que no sea ninguna maldita zorra que nos quite el derecho de amarlo en secreto.

- ¡Sí! ¡Y que solo lo haga feliz y lo cuide! – Dijo tímidamente Hinata... ¡¿Estaba Hinata acá?! - Algo así como una nueva guardiana.


Gran parte de las chicas que estaban dentro del baño y fuera también estuvieron de acuerdo con la tímida chica. Oh diablos, ¿Qué hice para que estas mujeres indirectamente me dieran ánimos para intentar conquistar a ese albino? No pude evitar sonreír con ellas por eso, y al final nos marchamos, llamando la atención de todos los hombres que estaban en el lugar.


¡¿Cómo es posible que todas las chicas de la Productora cupieran en el baño?!


- ¿Todo en orden? – Me preguntó Killua luego de que volviera.

- Tuve una interesante conversación con todas las miembros de tu fanclub.

- ¿En serio? ¿Y qué querían?

- Que te protegiera de cualquier mala mujer – Lo miré dramatizando mis líneas y eso le causó gracia.

- Me parece muy bien. Eres la única en quien confío, después de todo.

- Salud por ser tu empleada número uno. – Me entristece el hecho de que me vea como una empleada, pero bueno, es una batalla que perdí hace mucho.

- Nuca dije que confío en ti porque eres mi empleada. – Se acercó lentamente a mí, con su copa en la mano, y en cuanto se iba a acercar peligrosamente más, un ruido asqueroso de micrófono desafinado nos llegó a todos.

- ¡Hola, hola, Productora! – Dijo un miembro del staff del bar que fue puesto como animador para la noche. - ¡Cómo la están pasando!


Los asistentes gritaron de forma ácida y uno de los chicos del equipo técnico se paró y le robó el micrófono.


- ¡Pelado, estás haciendo un pésimo trabajo! ¡Hoy yo me encargaré de animar el ambiente! – aplaudimos todos ya que era el jefe unicornio de cabello rosado. – Me llegó el pedido de una señorita, que debemos admitir está muy buena – Risas por todo el lugar, y con Killua nos miramos, temiendo lo peor – y ella quiere que hagamos una batalla de karaoke...

- ¿Batalla de karaoke? – Dijo Eddie que recién venía llegando despeinado con Aisha de la mano. - ¿Quién diablos propuso eso, Killua?

- Nop, una chica, de hecho – Le respondió el Jefe.

- Y quiere que todas las chicas se atrevan a cantar una canción, la que quieran, para ganarse el resto de la noche a solas con el Jefe... - Todos los empleados chillaron. - ¡Porque hoy es el último día del año, y nadie se enojará si rompen las reglas!


Al parecer varias muchachas estuvieron de acuerdo y entre ellas conversaban sobre lo que harían para ganar.


- ¡Pero! Quienes escogerán a la ganadora, no será el Jefe... Sino, que, ¡Nosotros, los demás chicos de la Productora! – Y muchos gritos de machos alfa pelo en el pecho sonaron aprobando el concurso. - ¿Quién será la primera?


Killua me miró, automáticamente.


- Yo no lo hice. – Le dije asustada.

- Lo sé, pero anda.

- ¡¿Qué?! ¡NO! ¡Yo no quiero pasar el resto de la noche a solas contigo! ¡Lo de ahora solo es un favor! – Me ruboricé al pensar qué sucedería si me quedara a solas con él, pero no parecía tan contento el hombre de cabello blanco luego de escuchar que estoy ahí por obligación.

- ¿De verdad? Entonces yo lo tomaré con gusto, Jefe. – al frente de nosotros apareció la Chica de Marketing y se acercó sutilmente al oído de él– Y no se arrepentirá de nada.


Se alejó de la barra donde estábamos, y le dijo al jefe unicornio que ella sería la primera en participar. Hizo caso omiso de las miradas penetrantes que recibía del fanclub, y subió a cantar sin preocuparse de nada.


- Este tema es para el hombre que le quiero entregar algo más que mi corazón... "Al cielo pido un favor, que tú me quieras a mí, deseo morir..."

- Pffffffffffff – No pude evitar casi atragantarme con lo que estaba tomando cuando la pobre mujer mostró su arma más desesperada pero a la vez sensual, y Eddie y Killua estaban igual de atónitos que yo.

- ¡Pero qué demonios! – Soltó Aisha, la más indignada de todos, al verla bailar sensualmente y cantar casi lasciva sin quitarle la mirada al Jefe. - ¡Esto es inaceptable!

- Aisha, es solo una pobre mujer que se está arrastrando para conseguir algo que no obtendrá ni en mil años. – Le dijo tranquilamente Killua.

- A menos que gane. – El Jefe miró a la novia de su mejor amigo fijamente, con el rostro serio.

- Diablos.

- ¿Y tú, Pirika, no harás nada? – Ahora Aisha se las cargará contra mí.

- Pero si no quiero cantar... - Le dije casi llorando.

- ¡Tienes que defender lo que es tuyo! - Ahora Killua y yo nos sonrojamos como imbéciles.

- ¿Qué? ¿Yo? ¿Qué? ¡Desde cuándo! – Fue todo lo que pudo decir el hombre tratando de no botar su bebida.

- Te deseo... - Cantaba la mujer todavía en el escenario, e hizo a todos los machos alfas agitarse.

- ¡No te hagas el idiota conmigo, si se nota a leguas que quieres algo más de Pirika! – Lo miré completamente roja y él decía que no era cierto.

- Aisha, amor, contrólate – Le decía Eddie tratando de abrazarla.

- ¡Pero es tan frustrante!

- ... que algún día tu estés por siempre conmigo... Tengo la fé... – Terminó de cantar la chica, y fue ovacionada por los jueces, que ya actuaban como gorilas extasiados. - ¡Ámame, Jefe!


Killua se agachó, escondiendo su cabeza entre sus brazos en cuanto la chica gritó eso a viva voz, mientras bajaba del escenario.


- Pirika, sé que soy una molestia y un pésimo roommate, pero te aseguro que ya no te pediré nada más si vas al escenario, cantas "Modern Strange Cowboy" y le pateas el traseo a esa mujer...

- ¿Y además dejarás de molestarme con mi novio-almohada? – Aisha y Eddie no entendían a lo que me refería.

- Acabas de aceptar que es tu novio-almohada...

- Killua... – Me estaba enojando este maldito bastardo.

- ¡Sí, sí, también! – Juntó sus manos rogándome desesperado. – Por favor...

- Haré algo mejor que mi "Modern Strange Cowboy". – Le palmoteé la espalda, parándome de mi asiento. – Porque mi roommate se merece que lo defienda.


Vi de reojo la sonrisa de él, cuando levanté mi mano y dije que yo seguiría.


- Buenas, Jefe Unicornio, chicas del fanclub, Akizuki, Productora. – Tenía a todos observándome, y era un poco intimidante. – Hoy no le quiero cantar al Jefe, sino que a ustedes – Apunté a los muchachos y ellos se miraron confundidos entre ellos. – porque... ¡Sé que ustedes amaban tanto esta serie como yo cuando la veía en la televisión! ¡Música, P-chan!


Antes había hablado con P-chan, uno de los chicos que se tomó el equipo de sonido del bar, y le pedí por "cierta" canción de "cierta" serie de hechiceros... que tenía por supuesto en karaoke. En cuanto sonaron los primeros acordes de la canción, y me tocaba cantar, me acordé de cuando me enfrenté a Aisha, ¡Y saqué mi espíritu nuevamente para acabar con mi nueva oponente!


- "Aunque el viento sople fuerte y trate de empujarme, un fuerte hechizo tendré que recitar... Y si alguien siente envidia, pues soy la maravilla... ¡Yo me reiré de su falsedad!"...


Saqué la risa de todos, sobretodo de las chicas del fanclub, porque... aunque no lo quisiera, parecía que le clavaba las indirectas a la pobre Chica de Marketing... ¡Pero eso dice "Get Along", yo no he inventado nada! Y lo bueno es que los chicos, por lo menos los del equipo técnico me corearon la canción, y no les importó que se me haya olvidado la letra en español para la segunda parte y terminara cantándola en su idioma original.


Admito que fue divertido, y ver desde el fondo como Aisha me celebraba, Eddie se matara de la risa y Killua negaba con su cabeza, riéndose también, me divirtió tanto como cantar con la pandilla de caballos, que se subieron al escenario y me acompañaron, aunque, rayos, sin sus máscaras tan extravagantes.


¡Misión cumplida, les agradé más que la Chica de Marketing!


Pero lamentablemente, y otra vez, no pude ser la reina del karaoke, ya que después de mí, se subieron las chicas de Recursos Humanos, por lo menos tres de ellas, y sus rostros no estaban tan contentos como siempre...


- ¡Pirika nos dio ánimos para que nosotras pudiéramos pararnos aquí y cantar con el corazón! – Dijo la rubia.

- Ay, Dios, Ino, qué vas a hacer... - Se lamentó Eddie.

- ¿Qué les pasó? - Le pregunté ya que parecía saber por qué estaban tan molestas las pobres chicas.

- Descubrieron que las tres estaban saliendo con el mismo tipo... - Eso deber ser terrible, porque para peor ellas son amigas...

- ¿Salir con las tres al mismo tiempo? – Preguntó Aisha – Ese debe ser un completo imbécil. – Cargó mucho la última palabra, y extrañamente mirando a Killua.

- Yo no fui, así que no sé por qué me miras así. – La música empezó y unas guitarras alocadas dieron pie a una canción llamada... "Dame", y que la conozco muy bien, porque me encanta.

- "A donde tu vayas hay mentiras nada más, en cien años no ha cambiado esa situación."

- "Ahora piensas que es fácil como patear, una lata vacía."

- "Amor es, algo que tú no debes usar para tu comodidad..."

- "¡Sabes, sabes qué tan canalla eres! ¿Qué cosa en el mundo intentas conseguir?..."


Y así, cantaron las tres a todo pulmón y con su corazón abierto, la canción que basurea al hombre a quien está dirigida... Sí, definitivamente es una muy buena canción y que además hizo a todos los tipos cantarla, porque si vieron Slayers, Samurai X también. Y bueno, no lo niego, yo también me puse a cantar desde atrás junto con Eddie, saltando y abrazados como en un concierto.


Por otro lado, Aisha se sentó al lado de Killua y le dijo ciertas verdades que tenía guardadas, pero que no me di el lujo de escuchar porque no me interesaba.


Nadie después de las chicas de Recursos Humanos se atrevió a cantar, y con un redoble de tambores, que no eran más que palmadas a la mesa como lo hace Eddie cuando se enoja, escogieron que la Reina del Karaoke sería...


- "Las chicas de Recursos Humanos" ¡Y parten de inmediato donde el Jefe, que las consolará por el resto de la noche a solas! – Nos fue mejor de lo que esperaba, puesto que la Chica de Marketing se indignó y el resto de la noche bebió hasta perder la consciencia, y por lo tanto, se olvidó por completo del Jefe.

- Muy bien, ya que me toca estar con ustedes... - Dijo el Jefe acercándose a las tres. – Díganme de inmediato a quién debo romperle las piernas.


Las chicas rieron, y agradecieron al Jefe por cumplir con el trato, pero lo único que le pidieron es que invitara las siguientes rondas hasta la medianoche, y como quedaba una hora, no se negó.


Cuando restaban 40 minutos para el nuevo año, el Jefe fue soltado de la masa fiestera que estaba agradecida por los tragos gratis (como si todo lo anterior que estaban tomando no lo fuera), y volvió apenas a donde estábamos nosotros sentados, al lado de la barra vacía. Como pusieron música más bailable, Eddie y Aisha fueron los primeros en escabullirse para ir a mover el esqueleto, y nos dejaron solos.

- Tienes mucha suerte, Jefe – Le dije sirviéndole una copa desde dentro de la barra. – Al final saliste ileso.

- Tienes razón, Pirika – Se sentó y me agradeció con la cabeza por el trago. – Te tengo noticias, Señorita, y no sé si serán buenas o malas para ti.

- ¿Qué pasó? – Eso me asustó un poco.

- Robin, la encargada de organizar el viaje me informó que este se adelantó.

- ¿O sea no nos vamos en febrero?

- No, nos vamos en dos semanas.

- ¡¿Significa que tenemos que preparar los cierres de año y las negociaciones en dos semanas?! – El maldito cuervo de tres ojos albino, el cargador de malas noticias, solo se limitó a poner cara de angustia.


¡Con un maldito demonio! ¿Cómo sobreviviré a todo esto?


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