EL RINCÓN LITERARIO: 5, 6, 7 TO YOUR HEART
Paseo de Navidad
- ¡Pero, Shin, acompáñame al paseo de navidad! Habrá comida gratis, mucha comida gratis, y además aparecerá Santa Claus y le dará regalos a los niños que se portaron bien... Y te anoté para que te dieran algo.
- Si quieres anotar a alguien para que Santa le de regalos, ten hijos, hermana.
¡Te odio, Shin! ¡Te odio, pre-adolescencia! ¡Qué le hiciste a mi hermanito adorable! Lo había invitado a ir al paseo de navidad conmigo que se realizaría en la finca del Señor Sawamura... Pero no le interesó, aunque se lo haya ofrecido con mi más grande y bella sonrisa.
Y como mi plan no funcionó, no me quedó de otra que ir con Aisha, Eddie y Killua, junto al grupo de solteros sin familia que solo iba a comer y pasarlo bien. Cuando estábamos arriba del bus que contrató Sawamura para llevarnos, nos fijamos que los más entusiasmados eran los muchachos del equipo técnico, aunque para esta ocasión no llevaban sus cabezas de caballo.
- ¿Y finalmente quién escogió el lugar del paseo? – Les pregunté a Eddie y Killua, que iban sentados delante de nosotras
- El equipo de los técnicos. Ganaron porque cantaron "Para hacer bien el amor hay que venir al Sur" versión metalera.
- ¿Interpretaron a los Children of Dragon Maiden? – Dije entusiasmada.
- ¡Sí! – Dijeron los muchachos no-caballos, que iban y venían por el pasillo del bus. - ¡Y cómo dice...!
Empezaron a cantar la canción, haciendo que todos lo corearan o aplaudieran como lo hicimos Aisha y yo, ¡El viaje hasta la finca de Sawamura fue divertido, sobre todo porque el jefe unicornio, que en realidad tiene el pelo rosado y dientes puntiagudos, le cantaba fuerte a la jefa de marketing por su derrota en el The Voice de Netero!
Llegando a la finca, nos recibió la famosa esposa de Sawamura, una mujer muy linda de cabello largo y recogido hacia un lado de color verde brillante. Su bella sonrisa nos cautivó, y animosamente nos llevó a la piscina donde se haría la fiesta de hoy.
- ¡Geehii! – Rió Sawamura cuando nos vio bajar del bus - ¡Me alegro que hayan llegado todos los solteros sin compromiso! ¡Vengan a unirse a la fiesta familiar!
Prácticamente nos arrastró para presentarnos a las familias de los trabajadores que ya estaban ahí, como la de Joe, de contabilidad, y otros miembros de marketing, de relaciones públicas, y otros más que había visto algunas veces mientras corría por firmas y demás menesteres.
La pasamos bien, gracias a las chicas de Sawamura, ¡Y uno de sus novios! Era de hecho el novio de Hinata, que se encargó de preparar las parrilladas y de entretenernos alrededor de ella.
Y quien no estaba del todo tranquilo, era mi buen Jefe, ya que la Chica de Marketing lo estaba hostigando desde que se bajó del bus y quiso darse una zambullida en la piscina.
- Pirika... tengo que pedirte un favor enorme... - Me dijo saliendo del agua en cuanto me vio cerca.
- ¿Qué quieres, jefe?
- ¿No quieres ser de mi equipo para jugar a las luchas en el agua? – Le sonreí pícaramente... Sabía que no quería estar con la pechugona que le hacía señales desde el agua.
- ¿Qué gano? – Él solo entrecerró los ojos, sufriendo porque me hacía la difícil.
- ¡Sólo ayúdame a zafarme de ella! Los equipos deben ser mixtos y Eddie no me prestará a Aisha, ¡De hecho ellos ya están dentro! – Me susurró alterado.
- ¿En serio? – Miré rápidamente detrás de mí, y divisé a una de las niñas de Sawamura.
- ¡Señor Sawamura! ¿Le prestaría su hija a Killua para que no lo acose Akizuki? – Sawamura y su esposa quedaron mirando sin entender - ¡Parece que el jefe no entiende que acá no soy la encarga de operaciones que hace de parche a cada raaaaaato!!!!!!
Killua se molestó y me tiró de la ropa a la piscina, haciendo a todos reír. ¡Y no me quedó de otra que hacer equipo con él y subirme a su espalda! Y lo primero que hice fue taclear y botar a todos los otros gladiadores que se atrevieron a burlarse de mí incluyendo a Aisha, la Chica de Marketing y otros más que iban apareciendo en el camino, ¡Y fuimos los ganadores del torneo de piscina! ¡He aprendido de violencia con mis dignos guerreros medievales y los chicos de Highland's White Roses! MUAHAHAHAHAHAHAAHHAA
Después de tal hazaña, y aprovechando que la acosadora de Killua se molestó y nos dio la espalda, y además el novio de Hinata gritó a viva voz que la carne estaba lista, arrié a mi caballo Plata para que galopáramos a sacar los mejores trozos, aunque sin relinchar y enojado por el nuevo apodo que le puse, Killua me bajó y fuimos a comer. Con los platos ya servidos y ambos comiendo como "barbáricos", como dice el hombre que es mi roommate, nos apoyamos en una pared, un poco más lejos de los demás que ya se arremolinaban al frente de la parrilla.
- Me salvaste, mujer, gracias.
- De nada, señorito. En la casa arreglamos mi pago.
- ¿En la casa? ¿Viven juntos ustedes dos? – Mencionó curiosa la hija menor de Sawamura, una nenita de cabello café y ojos grandes como su madre. Quedamos helados.
- Es... un decir – traté de arreglar la gran metida de pata que cometí.
- Ah... Mamá me enseñó que solo cuando una mujer quiere mucho a un hombre se van a vivir juntos... ¿Ustedes se quieren?
- Sí... - Dijo Killua con dificultad, pero automáticamente se puso rojo cuando lo quedamos mirando. - ¡Pero no de esa forma! Ella es mi empleada.
- Ah... ¿Existen distintas formas de quererse? ¿No la quieres como papá quiere a mamá? – Killua cada vez se ponía más rojo, y yo estaba tan divertida por la curiosidad de la niña que no me percaté de la gran encrucijada que nos metió... porque todos estaban observando.
- ¡Doremi! – Llamó Sawamura a su hija - ¡No molestes al muchacho!
-¡Ok, adiós! - Y la pequeña Doremi se fue saltando con el llamado de su papá
Killua solo quedó completamente helado, y aunque moviera mi mano frente a sus ojos, no reaccionaba del shock provocado por la estupidez que dijo siguiendo la conversación de la niña. Yo solo me reí, sin prestarle mayor atención, igual que los demás. Me alejé de él aburrida de que no reaccionara, y preferí repetir mi plato. Al lado del novio de Hinata, me alcanzó otra de las chicas de Sawamura, Sakura, y de hecho estaba toda abochornada.
- ¡Pirika! ¡Tenemos un problema colosal! – Me llevó hasta dentro de la casa de su jefe, y me confesó el problema que tenían. – ¡El Santa Claus esta ebrio en la piscina!
- ¿El Santa Claus? ¿Y quién iba a ser?
- Uno del equipo técnico, el que está acostado sobre el flotador amarillo – Me asomé por la ventana, y vi a un tipo de cabello oscuro, con lentes de sol y un tatuaje grande en su hombro, durmiendo sobre un flotador amarillo en forma de patito y una cerveza en la mano. - ¿Qué vamos a hacer ahora?
- Tengo una idea... - le mencioné luego de ver el traje que se supone usaría Santa Claus.
Tomé mi celular y llamé a quien me estaba debiendo un favor... El aludido contestó, y sin cuestionarse tomó mi bolso y se dirigió donde Sawamura para preguntar por el baño. Afuera de este, me encontraba con Sakura y lo miramos tiernamente con las manos detrás de nuestra espalda cuando se apareció.
- ¿Qué? ¿No que estabas en el baño y necesitabas que te trajera tu bolso?
- Nop...
- De hecho, Jefe, necesitamos que nos salves... - Killua estaba sospechando que algo no andaba bien - ¿Podrías ser Santa Claus?
- ¡¿KHÉ?! – En cuanto iba a correr, lo sujeté de un brazo e hice peso muerto con mi cuerpo tirándome al piso.
- ¡Un señorito albino me debe un favor por salvarlo de la pechugona de marketing!
- ¡Con un demonio, Pirika, no! ¡Suéltenme, maldición! – Sakura también lo estaba sujetando fuerte desde el otro brazo, y como ella tiene más fuerza porque practica kickboxing, no pudo hacer nada contra nosotras.
Lo encerramos en el baño y se negaba a que le pasáramos la ropa que usaría.
- ¡Jefe, si ni siquiera es vergonzoso! Sawamura pensó en un Santa más rockero, así que ni siquiera te quita el estilo – Le dijo tratando de calmarlo Sakura.
- ¡No lo haré, llamen a otra persona!
- Si no lo haces le diré a Eddie que te vista él mismo.
- ¡Lo puedo hacer solo, váyanse! –Abrió y cerró la puerta a la velocidad de la luz, llevándose el traje de Santa.
Unos minutos después, salió del baño el Santa Rockero de Netero Producciones: con una camiseta negra de Mistfits, chaqueta de cuero roja con tachas blancas en las solapas, pantalones ajustados del mismo color y botas militares negras con calaveras plateadas, listo para rockear. Su cara desentonaba lamentablemente, estaba completamente roja, así que no nos quedó de otra que cubrirla con un gorro rojo, como el del verdadero Santa Claus, junto a una barba blanca y enmarañada... Pero como guinda de la torta, Sakura le pasó unos lentes de sol en forma de rayos negros, para ocultar sus ojos totalmente avergonzados.
- Muy, bien, Santa, ¡Estás listo para patear traseros allá afuera! – animó Sakura.
- Killua... - Dije para que me mirara y... ¡Click! Foto para la prosperidad.
- ¡QUÉ ACABAS DE HACER, MALDICIÓN!
- ¿Yo? Solo tomo un recuerdo de este momento.
- ¡BÓRRALA! – Me persiguió por toda la casa, y Sakura se partió de la risa.
- ¡No! ¡Atrápame y oblígame a borrarla! – No debí haber dicho eso, ya que subió por arriba de los sillones, y me hizo una llave de lucha libre para tirarme sobre ellos. De la risa que me dio, logró tomar mi teléfono y borró la fotografía.
Luego de salir victorioso, Sakura se lo llevó al patio para que entregara los regalos a los niños de las familias y a uno que otro que se anotó también... ¡Que fueron muchos!
Cada vez que llamaba a alguien el Santa Rockero sentado en su trono de guitarras (hecho de cartón sobre una silla, gracias al ingenio de la esposa de Sawamura) todos hacían sonar tambores de sus piernas, y antes de darle el obsequio a los niños los asustaba diciendo que si no se portaban bien él se los comería para la cena. Algunos se lo creían y otros se reían, dando las gracias por su obsequio. Sin embargo, cuando los niños se transformaban en adultos, el Santa les advertía que si no se portaban decentemente terminarían como los otros trabajadores llenos de crías gritonas que no querrían ver más en sus vidas, y junto con el regalo (que de hecho eran donados por los mismos trabajadores, como una especie de "santa secreto"), les regalaba preservativos.
- ¡Agradéceme luego, nene! – Les decía cuando se iban rojos de la risa, apuntando sus dedos como una pistola.
La única que no se arrepintió de no participar fue la Chica de Marketing, porque creía que era de mal gusto hacer esas cosas, pero en cuanto se dio cuenta, que era nuestro Jefe el que estaba haciendo de Santa y no el tipo del equipo técnico como había escuchado... Su cara cambió y empezó a chillar como loca.
Sin embargo, como mi lindo hermanito no quiso ir, solo sobró su regalo de la bolsa de Santa, y llamó indignado a quien le correspondía.
- ¡Dónde está ese insensible de Shinsuke! - Me tuve que acercar, al frente de todos, para decirle a Santa lo que sucedió.
- El inmaduro de mi hermano no quiso venir a conocerte.
- ¡Ese enano se las verá conmigo! ¡Es un cobarde que no se atreve a dar la cara porque ya empezó a conocer su cuerpo! ¡Asistente! Tráeme el obsequio.
Sakura le entregó el obsequio, era una de las camisetas oficiales que trajimos para el concierto de una de las bandas favoritas de mi hermano.
- Quédatela y haz que tu hermano se sienta envidioso de no conocerme. – Le sonreí a Santa en forma de agradecimiento – ¡Ah! Y mándale estos también – Sep, agregó una hilera de preservativos. – Probablemente las necesite, aunque sea para saber cómo se ponen.
Reventaron en carcajadas todos los miembros de la Productora, incluyéndome, y se despidió el emblemático rostro mostrando el dedo de medio, dando cierre a la gran aparición de Santa Claus Rockero.
Seguimos en la fiesta, y al cabo de unos minutos llegó el Jefe como si nada.
- ¡Jeeeefe! Te perdiste la aparición de Santa Rockero! – Lo agarró por el cuello Sawamura, un poco ebrio.
- ¿En serio? ¡Diablos! Me pregunto si me habrá guardado algo.
- No, lo siento, Señor Jefe – Le dijo Doremi con su nueva muñeca en brazos – Pero le dejó a todos globos anti-niños.
Eso nos provocó más risa, y Killua dijo que se iba a portar bien el próximo año para que no recibiera a una de ellas, apuntando a la niña cuando se fue a jugar con su papá y su nuevo juguete para que este no le pateara el trasero...
Peeeero, Sawamura lo escuchó y salió persiguiéndolo alrededor de la piscina, y como Killua era más rápido, hizo que se resbalara y cayera el "Perro Loco" sobre el tipo de cabello azul, que ya estaba tostado arriba del flotador.
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