EL RINCÓN LITERARIO: 5, 6, 7 TO YOUR HEART
Fiesta de Halloween
¡Y sin percatarme, ya estamos a finales de octubre! Es asombroso lo rápido que pasaron los meses desde que empecé a trabajar aquí, sobre todo por el hecho de que últimamente estamos planeando el nuevo mega-evento de la Productora, el cual involucrará no solo un concierto sino que un evento completo digno de las grandes convenciones.
Pero hoy no es día de hablar de trabajo, porque Netero Producciones se une a la fiesta de esta noche, ¡Y todos celebraremos el andar de los vivos y los muertos en la Noche de Brujas! Es muy divertido ver a la compañía tan entusiasmada buscando disfraces y adornando el casino con una de mis fiestas favoritas, ¡Las chicas de Recursos Humanos junto con Sawamura se lucieron para esta fiesta!
Y lo mejor de todo, es que Eddie y Aisha se reconciliaron, por consiguiente la presentará formalmente esta noche (aunque ya todos sabíamos de ella), ¡Y sí que está nerviosa esta morena!
- Ay, ¿Y si es muy extraño mi disfraz? – Me preguntaba Aisha, mostrándome su traje para esta noche.
- ¡Extraño! ¡Voy a andar con una escopeta para que no te acosen, Angel Dynamite! – Y la linda novia de mi primo se rio.
¡Su disfraz es el de una de sus personajes favoritas de una de las muchas franquicias de Scooby-Doo, Angel Dynamite! Es una chica afro, alta, de buenas curvas, y un traje digno de los locos años 70, se verá totalmente cautivadora...
- ¿Irás a juego con Eddie?
- No, él quería ser Sherlock Holmes, así que lleva un traje clásico de detective.
- ¡Genial! Eso lo quiero ver – Dije anteriormente que todos estaban entusiasmados con la fiesta, y eso es porque el 90% de los trabajadores son ñoños de corazón y ocupan de excusa el momento para disfrazarse de sus personajes favoritos.
- Sí... ¡Pero me niego a que seas un pato gigante!
- ¡Oye, más respeto para mi disfraz! ¡Su nombre es Elizabeth, y ni siquiera sé si es un pato! – No pude evitar empaparme del espíritu del Halloween moderno, y quise ser mi personaje favorito de Gintama, Elizabeth, la "mascota" de Katsura Kotaro. ¡Y mi disfraz es idéntico a ella! ¡Gracias por prestarme tu tarjeta, roommate!
- No me interesa, esta es la oportunidad para que te veas divina y te hagas respetar... además de atraer ciertas miradas... - Lamentablemente para mí, esta muchacha no ha olvidado lo que ocurrió cuando se peleó con su novio, y todavía insiste en que hay una chispa entre Killua y yo, y como ha de lugar quiere encenderla...
- No me interesa... yo quiero ser Eli.
- No, primita. – Ay, no puede ser... - Eres mi más preciada creación como LA encargada de operaciones, y no dejaré que te atrevas a ensuciarla vestida de un pato mal depilado.
- ¡NOOOO, hazme lo que quieras pero no dañes a Elizabeth! – Eddie tenía la caja donde venía mi disfraz y estaba a punto de lanzarla por el balcón de su departamento.
- ¿Entonces podemos disfrazarte, primita? – Los ojos verdes de mi maldito primo brillaron, junto con los de su novia.
¿Y ahora quién podrá rescatarme?
A pesar de todo, no fueron tan terribles como cuando me buscaron un vestido de gala, esta vez acertaron a mis gustos. Me consiguieron un Qui-Pao hermoso, naranjo, con un diseño dorado que iba de las mangas largas hasta el pecho, como si fueran plumas, ¡Aunque era demasiado corto, y para más encima tenía el típico escote en la pierna! Pero aunque me negara y pataleara, me obligaron a ponérmelo igual ¡Incluso Eddie me tomó una fotografía y se la envió a mi mamá, para que ella me obligara también a llevarlo!
¿Y en qué resultó? Tengo prohibido no ir a la fiesta con el traje chino.
Gracias, mamá.
En fin, luego de mi proeza me dejé llevar por Aisha, y ella me maquilló un poco e hizo lo que más amo en el mundo: peinó suavemente mi cabello. Me hizo dos moños, los cuales envolvió en pequeñas almohadillas que hacían juego con el vestido. Además, peinó mi flequillo y dejó unos mechones sueltos.
- ¡Estás lista, Pirika! Ahora te ves como toda una cortesana de la corte imperial.
- Eddie... ¿Cómo diablos te conseguiste este traje?
- Elemental mi querida Pirika – Oh, está empezando a actuar de acorde a su disfraz – Un detective siempre tiene sus fuentes.
¡Y partimos a la fiesta de Halloween de Netero Producciones! Llegando al lugar de la celebración, nos recibieron las chicas de recursos humanos vestidas como animadoras zombies, ¡Se veían increíbles! Y dentro estaba su jefe, el señor Sawamura, como un punk zombie...
- Sawamura, solo tuviste que dejar de dormir para disfrazarte – bromeó Eddie el detective.
- No bromees, enano – le dijo con su característico mal humor – Mi esposa salió de forma urgente a un viaje de negocios, y no he podido dormir tranquilo...
- ¡Pobrecito, Señor Sawamura! – Le dije con real pena - ¡Debe ser triste haber venido sin su esposa!
- Claro, chiquilla. Ella fue la de la idea de que todos fuéramos zombies, ¡De hecho ella hubiera sido mi zombie-monja! – Sacó de sus bolsillos un cigarro, y se puso a jugar con él – Pero bueno, me dijo que lo pasáramos bien, ¡Y mira tú qué bien lo pasaré con esta linda chinita!
Me tomó por sorpresa su abrazo y todos nos reímos.
- ¡No sea así, Señor Sawamura! – le golpee suavemente con mis manos en su chaqueta. – Oh, ¿Es un parche del concierto de Sex Pistols del 97?
- ¡Exactamente! Y mira, acá tengo en mi espalda el "We're ootta here!" de los Ramones. – En la parte de atrás de su chaqueta tenía un gran estampado de una de las carátulas más locas de mi banda punk favorita, The Ramones.
Pero algo más acaparó mi atención por un segundo. Unas chicas vestidas de enfermeras y flores estaban comentando detrás de nosotros que habían rumores que el jefe le había puesto los ojos a una de las chicas que habían llegado este año.
- ¿Pero qué pasará con los principios del fanclub? No podemos acaparar al jefe.
- Obviamente, se ganará el odio de todas las chicas...
Ok, eso me asustó. Una vez en la universidad me intentaron hacer bullyng, pero no les resultó porque nunca compartí con ellos ni tampoco les tomaba atención... Pero esto es diferente, son mujeres despechadas...
- Chiquilla... - Me habló tranquilamente el Señor Sawamura. - ¿Te sientes incómoda con los rumores? Eres la chica que está más cerca del Jefe...
- ¿Eh? ¿Yo? ¡Qué! – Me puse totalmente roja, y provocó que el punk a mi lado se riera como un demonio – ¡¡Giihí!! Sabía que esta chinita no había salido sin motivos...
- ¡Fue el detective y su novia, con un demonio! – Le susurré indignada para no llamar tanto la atención... Que de partida ya tenía a causa de mi disfraz.
- ¿Yo? – Dijo Eddie fingiendo un acento inglés – Yo solo quiero que tome ventaja.
Y los dos hombres guiñaron sus ojos y Sawamura nos invitó a que lo acompañáramos a molestar a los invitados que iban llegando. Así llamaba más la atención, maldición, pero era gracioso ver los disfraces de todos. De tanto en tanto aparecían momias, brujas, vampiros, hombres lobo y los más graciosos, que eran los del equipo técnico: todos los chicos vestidos de traje y corbata con cabezas de caballos y unicornios, imitando las poses de los Power Ranger.
¡Se notaba a leguas la diversión y el buen rato que estábamos pasando! Aisha y yo no nos alejamos en ningún momento, ya que si bajábamos la guardia aparecían los caballos y nos acosaban, ¡Más de alguno se llevó una patada, patrocinada por mí!
- ¡Practiqué karate en la universidad, caballos! – Les decía cuando se acercaban, y fuimos un espectáculo para todos cuando el unicornio llamó a sus compañeros y me rodearon. Me puse en actitud ofensiva y me hinqué para golpearles cuando se acercaran (Aunque ya habíamos hablado antes de que fuera una actuación, ya que no quería salir herida entre tantos caballos).
Pero en cuando ellos se iban a acercar, algo los detuvo y empezaron a correr en círculos, y un hombre los empujó y me tomó en brazos, salvándome del unicornio jefe que me tomó de rehén sin darme cuenta.
- ¡Oh, no, nadie de ustedes se meterá con la china! – Me di la vuelta reconociendo esa voz grave, y era...
¡ERA GIN-CHAN, DIGO, KILLUA!
¡KILLUA ESTABA VESTIDO COMO GINTOKI! MI PERSONAJE FAVORITO DE TODOS LOS ANIMÉS.
Tenía puesto una chaqueta de mangas cortas semi-cerrada de color negro con bordes rojos, pantalones y botas del mismo color, y encima de todo un kimono blanco de detalles ondeados y celestes al final, puesto únicamente por el brazo izquierdo. Me puse tan roja cuando me di cuenta que estaba en sus brazos, que tuve que taparme la nariz, ¡Y rezaba para que no me diera un derrame nasal!
Este acto digno de un Tony, se llevó el aplauso del público y el asombro de las chicas incluida Aisha. Y para apaciguar a las posibles fieras, las animadoras zombies dijeron al unísono que el Jefe había salvado a la guardiana de su fanclub, y todas las verdaderas miembros de tal grupo vitorearon lo que hizo este samurái de permanente plateada.
- ¡¿Qué diablos estás haciendo, tarado?! – Dejé de taparme la nariz para bajar el vestido que de apoco mostraba más y más mis piernas.
- ¿Eh, no es obvio? ¡Te estoy salvando! ¡Tch, todas las Yato son iguales! – Y cuando todos rieron por su broma aprovechó para susurrarme al oído – De hecho estoy intentado retomar nuestra fuga.
Con un puto demonio... Me puse más roja que antes, y eso divirtió más al samurái, que lentamente me bajó, con una sonrisa de satisfacción en su rostro colorado.
La fiesta pasó tranquila, y me estaba sintiendo ligeramente acosada por el Jefe: Cuando sacaba algo para comer, él sacaba lo mismo, y tocaba mi mano sutilmente, si me iba a conversar con alguien y llegaba un caballo a molestar, él lo golpeaba con su katana de madera, y en cuanto Sawamura tomó el control de la fiesta para dar pie a las actividades que tenían preparadas, Killua empezó a hacer de las suyas.
- ¡Ahora, vengan todos, vengan todos! ¡Tenemos muchas actividades para que rompan el hielo! Sakura, ven, tú eres la animadora de la primera.
- ¡Shannaroo! – Se subió una de las amigas de Eddie, la chica de cabello rosado y que fue mordida por un zombie en el cuello.
Explicó que el primer juego, "La Manzana Envenenada" consistía en tomar una manzana de una serie de fuentes llenadas con líquidos de diferentes colores. Sin embargo, solo en una de estas había una manzana "sana", y las otras se encontraban "envenenadas". Y para descubrirlo, tienes que morderla...
- ¡Para ello necesitamos a seis concursantes!
- ¿Y qué gano, si saco la manzana sana? – Preguntó el jefe unicornio tras sacarse la máscara y descubrí que también tenía el cabello rosado.
- ¡Muñecos de calabaza! Este es el premio de la actividad – Sabía que una de las chicas de recursos humanas se le da bien confeccionar muñecos de felpa, así que me imagino que ella lo hizo... ¡Y era completamente adorable!
Y Killua se dio cuenta que me gustó el muñeco.
- Hey – Se acercó detrás de mí y me susurró al oído – Si gano ese muñeco para ti, ¿Qué obtengo a cambio?
- No te daré nada, no lo quiero – Pero era tan adorable esa calabacita... Le pediré a Hinata que me haga una...
- ¿Estás segura? Todavía quedan dos puestos libres...
- ¿Por qué tus manos están en mis caderas, Jefe?
- Casi me caigo, lo siento... - Solo lo miré hacia arriba molesta, y me corrí hacia el lado de Aisha.
Pasaron varias actividades, de las cuales no participé, pero Eddie y Aisha sí. Me alegro enormemente que ellos se estén llevando mejor y que Aisha se sienta más segura de su novio...
Novio...
El verla tan contenta junto a él, hace que me den ganas de quedarme a lado de cierto albino, para molestarlo de vuelta y verlo tan avergonzado como él me hace sentir...
Me acabo de dar cuenta que ese sujeto de cabello blanco se disfrazó del personaje que está en la almohada que tanto molesta en casa, y además se percató que estaba tratando de esconderme en el rincón para que no me "atrapara la bruja", o sea, para que la chica que estaba vendada y trataba de pillar a alguien no me atrapara en el camino, y yo fuera hechizada para sufrir el mismo destino.
Y obviamente él hizo lo mismo. Alcanzó un vaso de refresco que estaba detrás de mí, y como era más alto que yo, me tapó por completo de la vista de los demás.
- Hey, ¿Estás tratando de provocarme? – Le pregunté ya más que cabreada, ¡Las cosas que ocurren en casa deben permanecer allí! ¿Por qué diablos trae el tema de mi supuesto "novio-almohada" hasta acá?
- ¡...! – Él se sorprendió y se sonrojó. - ¿Es por lo que he intentado contigo?
- ¡¿Qué... has intentado conmigo?! – Traté nuevamente de no subir la voz. – Primero es la burla por cómo viniste, ¿Y ahora intentas avergonzarme? ¡Quédate tranquilo en la Productora, maldición, esto no es la casa!
- ¡Lo que intento hacer no es avergonzarte de esa manera! Solo quiero...
No supe qué era lo que pretendía, porque fue hechizado por la bruja.
- ¡Te atrapé! ¿Quién eres? ¡Eres muy alto! – La bruja se quitó la venda y resultó ser... Nada más ni nada menos que la Chica de Marketing. - ¡Jefe!
Él quedó sorprendido, y algo dentro de mí se apretó muy fuerte cuando ella lo abrazó confianzuda, restregando sus grandes senos en su brazo. Como todos empezaron a animar al Jefe a que participara, la chica lo tomó de la mano y se lo llevó aunque él me quedó mirando como si dijera sálvame.
Solo me despedí con la mano.
No quería quedarme a ver cómo esa chica lo secuestraba y lo hacía hincarse para alcanzar a vendar sus ojos, y de pasada tocar su cabello esponjoso y hacerlo que se enojara. Dolía mucho, sobre todo cuando lo giraba y lo tocaba con naturalidad, ¿Quién diablos se cree? ¡Ni yo con más de medio año viviendo con él tengo ese grado de confianza! Pero lo que fue la guinda de la torta, fue darle un "hechizo de buena suerte para su cacería"...
Le dio un beso en la mejilla y se lo dejó marcado con su labial oscuro...
Aisha se quedó atónita, y Eddie abrió sus ojos de par en par al ver eso, igual que Sawamura y las miembros del fanclub que todas se abalanzaron para también darles un beso...
Yo... no tengo nada que hacer aquí. Tomé mis cosas y me fui sin que nadie se percatara. No quería ver nada de eso.
No quería ver cómo todas las chicas estaban desesperadas detrás de él.
No quería ver cómo esa mujer lo tocaba con tanta confianza.
No quería ver cómo se burlaría luego de mí.
Y tampoco quería... Tampoco quería verme patética, celosa, y con mis ojos borrosos tratando de aguantar las lágrimas.
Es imposible para mí, él es alguien imposible para mí, y lo sabe, por eso se burla así y juega conmigo: Las despedidas súbitas con un beso, los fines de semana conmigo, la famosa "fuga"...
Quiero correr de todo, ¡DE TODOS! Quiero mandar a la mierda esa sonrisa amplia, su rostro sonrojado y sus brazos protectores... ¡Por qué me siento tan mal!, Si siempre lo veía con cada mujer, y sentía sus gemidos desde mi habitación, siempre supe que era un maldito cretino, y que no me salvaría nuevamente como aquella vez, que me quedé dormida en su auto, o cuando necesitaba un hombro donde llorar, ¡Por culpa de ese otro cretino que también quería aprovecharse de mí!
Entre sollozos llegué a casa, y corrí como pude hasta mi habitación. No sentía ni ganas de azotar mi puerta y acostarme a llorar. Me sentía miserable, por ilusionarme con ese maldito albino que decía que la pasaba bien conmigo... Me encerré en el baño y me senté apoyada en la puerta, y lo último que dije antes de sentarme a llorar fue.
- Solo lo pasas bien con esta amargada porque te da lástima, ¿Verdad?
Mi teléfono sonó mientras lloraba desconsolada, era Aisha que no me encontraba en la fiesta y ella, Eddie y Killua me estaban buscando. No le quería hablar, así que le envié un mensaje diciéndole que me acordé que tenía un compromiso con unos amigos y que ya estaba con ellos...Y para hacer más viable mi coartada, le envié una foto de una salida anterior que tuve, antes de mudarme aquí.
Apagué mi teléfono y lo tiré lejos. Ahora solo me quería acostar en el piso y seguir llorando.
Amanecí al día siguiente entumecida en el piso del baño, y eso fue signo de salir de mi refugio, y cerré con fuerza la puerta de mi habitación. No supe qué hora era ni si mi roommate me había visto. Solo quería quitarme esta tonta fachada de mujer con su corazón roto, pero descubrí que aunque me sacara el disfraz y el maquillaje corrido, mi pecho seguía estando pesado y frío.
Mejor me acosté en una cama cómoda, y por primera vez desde que llegó, abracé a mi novio-almohada, cerrando fuertemente los ojos y agradeciendo a que no oliera como el hombre que se disfrazó de él y trató de sacarme de quicio la noche anterior.
Desperté del hambre a eso de la una de la tarde, y me encontré a un roommate preocupado sentado en la cocina, tomando café.
- Hey, buenos días...
- Bueno serán para ti...
- Ok, alguien no despertó de buen humor... ¿Por qué no me dijiste que tenías que irte tan rápido?
- Se me olvidó. – Casi entré en el refrigerado a buscar algo decente para comer, y azotar mi cabeza para dejar de escuchar su voz preocupada.
- ¿Por lo menos la pasaste bien?
- ¡Sí! – Dije con sarcasmo – Mucho mejor que contigo. – Diablos, eso me dolió hasta a mí.
- Me alegro – Pero eso dolió mucho más. – Hey tengo algo que decirte, y es importante.
Me asomé por la puerta del refrigerador para mirarlo detenidamente
- Si tiene que ver con la fiesta no me interesa.
- Tiene que ver con el proyecto. – Casi me caigo por escuchar que Killua quiere hablar de trabajo en la isla de la cocina.
- ¿Qué sucedió?
- Anoche cuando te fuiste me llamó Pariston. Le llamó la atención el proyecto y convocó a una reunión para discutir los pormenores con los demás accionistas.
- ¿Cuándo?
- Lunes, a primera hora. Y te necesito a mi lado.
Sus ojos rogaban a que dijera que sí y olvidara todo lo que me ha estado cabreando hasta ahora. Esto es trabajo, y es lo único que me interesa en el momento, porque...
Yo no quiero sufrir por ti.
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