EL RINCÓN LITERARIO: 5, 6, 7 TO YOUR HEART

 



¿Aisha y Eddie se pelean?


Recibí el domingo por la tarde después de ir a dejar a Shin a casa de mis padres, un mensaje urgente de Aisha.


"Pirika, necesito verte de inmediato, ¡No soporto más a tu primo!"


Esto no es bueno, así que la llamé de vuelta para preguntarle qué diablos pasó entre ella y Eddie. Solo me dijo que estaba destrozada, y que llegando a casa hablaríamos. Y lo que me encuentro al llegar fue a una Aisha inconsolable, sentada en la puerta de la casa que comparto con Killua.


- ¡¿Aisha, qué estás haciendo acá afuera?!

- Tu roommate se fue de putas con tu primo. – La hice entrar y la senté en el sofá, para que se tranquilizara, pero todo lo que hizo fue abrazarme y llorar a mares. Solo dejé que lo hiciera... No sacaba nada preguntarle si no hablo lenguaje de sollozos.


Cuando se calmó –y me soltó– le llevé un poco de té... y una botella de licor de chocolate por si necesitaba algo más fuerte, ¡Y le acerté! Fue más licor que té lo que había en su taza y luego de un sorbo enorme, le pregunté.


- ¿Qué te hizo ese maldito paramecio cretino?

- Él... - Volvió a tomar un largo sorbo. – está comportándose muy afectuoso con una chica de la Productora.

- ¡¿Con quién?! – Me sorprende, porque trabajo allí y no me había dado cuenta.

- ¡No lo sé! Es bajita, de cabello castaño claro y que le suele dar likes a sus publicaciones en Facebook! – Las chicas de Recursos Humanos son cuatro, una de cabello rosado, otra rubia, la más tímida de color negro y la otra de color rojo... No, ninguna de ellas es la chica que dice Aisha...

- Hum... No se me viene nadie a la mente con esa descripción, pero, ¿Qué te dijo él al respecto?

- ¿Qué crees tú? – Otro sorbo de té con malicia – "No tienes nada que opinar sobre mis amistades, ellos no tienen que ver contigo".

- Los cretinos siempre serán cretinos...

- ¡Es verdad! – Oh, no, Aisha volvió a llorar – Además, se indignó y se fue, diciendo que él no estaba para soportar arrebatos de celosas... ¡Y se fue de putas con Killua!


Probablemente arrastró a ese otro cretino...


- Pero Aisha, cálmate – Le dije, cuando por tercera vez se puso a llorar. – Sé que te duele el orgullo ver cómo le coquetean, pero Eddie tiene sentimientos fuertes por ti.

- ¿Tú crees?

- ¡Por supuesto! ¿Crees que se iría a vivir con cualquier persona, con lo divo que es?

- ¿Divo? Yo lo encuentro adorable.

- Eh, sí, lo que sea, pero tú sabes que tiene sus defectos y virtudes, y tú eres la única que se las acepta y lo quiere tal como es. – Hice a Aisha sonreír – Además... Todos en la oficina sabemos que él es feliz contigo.

- ¿En serio?

- Sí, cuando le toca hablar de su vida, siempre recalca lo perfecta que es junto a ti.


Luego de hablar lo más bonito posible para que Aisha se quitara sus inseguridades con su novio, ella se calmó, y como último consejo le dije que hablara de sus miedos y fuera sincera con él, así entendería en vez de victimizarse ya que a ese enano le sobran motivos para hacerlo. Y para seguir haciéndola sentir tranquila, vimos una película de su gusto, y no era de lo que estaba acostumbrada a ver o me gustara, así que terminé aguantando una película erótica-romántica de cuarta, con parlamentos predecibles, censura absurda y dosis mortales de azúcar. En eso, me llega un mensaje de Killua.


"Tu primo me obligó a acompañarlo a ahogar sus penas en alcohol. Dime que estás más entretenida que yo"

"Estoy viendo cómo patéticamente un sex-symbol domina a una chica mediante un contrato..."

"¡¿Qué?!"

"A Aisha le faltan matices a su vida 🤨"

"No entiendo... O sea, sé que Eddie es enano y blanquecino, ¿Pero de qué matices estás hablando?"

"Para auto-subirse el ánimo Aisha está viendo "Las 50 sombras de Gray", de esos matices te estoy hablando. Y tú no tienes la cara para llamarlo blanquecino, Señorito albino."

"Lol"

"¡Nada de Lol aquí! Oye, en una escala de 1 al 10 ¿Qué tan cretino está mi primo?"

"7. Está indignado por la escena de celos que le hizo Aisha"

"Me costó hacerla entender que él la quiere de verdad. Algo me dice que ella no está consciente de que nadie más lo aguanta."

"WAJAJAJAJAJAJAJAJAJAA"


Al parecer tanto Killua como yo estábamos más que aburridos siendo el paño de lágrimas de Edaisha, y que de hecho, no queríamos pasar el domingo en la noche de esta forma.


"¿Y si nos fugamos?"

"¿A dónde, señorito?"

"No estoy tan lejos de casa, ¿Qué te parece vernos en 15 minutos en la tienda de conveniencia de la esquina?"


- Oh, Aisha, se acabaron las patatas fritas, iré a comprar más...

- A... Ha... - Ella no me tomó en cuenta, viendo al Sr. Gray haciendo de las suyas.

"Liberada. Voy en camino"


Caminé rápido hasta la tienda, entré pero no vi a mi apuesto roomate, así que revoloteé analizando qué envase de patatas fritas era más pesado y voluminoso. En eso, vi que la puerta se abría nuevamente, y entraba un hombre alto, de pantalones negros, botas militares, con un sweater púrpura y encima una chaqueta de motociclista... Y su cabello blanco y esponjoso se mecía con su respiración acelerada.


- Te costó zafarte, Señorito. – bromeé mientras continuaba con mi misión P.A.P.I.T.A.S.

- ¡Ese idiota no quería soltarme! Solo tomaba y tomaba más, y me obligaba a tomar con él.

- ¡Qué dolor para ti, Killua! – me miró aceptando de mala gana mi sarcasmo.

- ¡Sí, sí, un dolor tan grande porque estoy hambriento y con frío!

- ¿Significa que estás ebrio?

- ¡No! Significa que estoy de mal humor – se cruzó de brazos y siguió quejándose – Cada vez que ordenaba comida, el imbécil de tu primo lo cancelaba y pedía más alcohol... ¡Para él!


Me dio lástima y le compré un café enorme y un gran sándwich y nos sentamos en un rincón de la tienda. Comimos tranquilos, y Killua preguntó si mi hermano ya estaba mejor, a lo cual gratamente respondí que sí, ya que había vuelto a la normalidad... y mi papá se disculpó por ser tan burlón.


Iban a ser alrededor de las 11 de la noche, y me empezó a dar sueño estar ahí sin hacer nada y sin ganas de regresar a casa para seguir viendo la película con Aisha. Killua estaba igual, y de apoco, se empezó a acercar más a mí y nos apoyamos en el otro para cerrar los ojos por un momento. Se sintió bien el hombro de este hombre, era acolchado y el aroma que me llegaba de él era exquisito: su perfume dulce característico mezclado con café. En cuanto empezó su brazo a acomodarse y me acercó más a él, casi abrazándome, mi corazón empezó a latir con más fuerzas... Y no pude evitar seguirle el juego, abrazando su ancha espalda.


Pero lamentablemente este corto hechizo fue interrumpido por nuestros teléfonos, que sonaron al mismo tiempo. Nos quedamos mirando sorprendidos luego de ver quién osaba perturbarnos.


- Estos idiotas se sincronizan hasta para llamarnos – bromeó Killua, y no pude más que darle la razón.


Nos alejamos un poco para contestar y no se percataran nuestros acosadores que estábamos juntos, pero solo preguntaron por qué nos demorábamos tanto.


-Bueno, me tengo que ir, Pirika.

- Yo igual, tengo que llevarle sus patatas fritas a Aisha. – Y nos acercamos lentamente para despedirnos con un beso... más abajo de la mejilla.

- Nos vemos después – Dijo Killua sonriendo mientras sostenía mi mano por unos segundos. Luego de eso la soltó lentamente y se fue corriendo, escondiendo su cara con su chaqueta.



Y yo... quedé derretida en la tienda de conveniencia.



Llegué a casa prácticamente ida, sintiendo aún el aroma de mi roommate alrededor de mi cuerpo... Pero dentro, estaba Aisha tomándose todo el licor de chocolate...


- ¡Aisha! ¿Te tomaste todo eso tú sola?

- ¿Oh? – Miró la botella interesada - ¡Tengo un buen aguante para el licor... HIP! ¡No te preocupes, Piri Piri!

- Te compré las patatas... cómetelas sola, si quieres, llena tu estómago con algo.

- ¿Pero, Piririri, no tienes hambre? ¡Tú vives con hambre!

- Ya comí, Aisha... - Ella se acercó y me tomó por los hombros. Sus ojazos azules me analizaron fijamente.

- Hueles diferente... - ¡Diablos! – Ohhh... ¿No me digas que te comiste a Killua?


Se rio traviesa por lo que pensó y yo se lo negué.


- Es una pena... se ven tan lindos juntos...

- ¡No! – Le negué avergonzada – Además él es inalcanzable para mí...

- ¿Eh? ¡Pero si eres divina, Pirika! – Se inclinó para reverenciarme – ¡Tienes un bello cuerpo, una linda sonrisa, un cabello adorable! ¡Es imposible que ese idiota no caiga por ti!

- Él puede tener todo eso y mucho más todos los fines de semana...

- Últimamente no he sabido de sus cacerías, Pirika... - Me dijo confidente, con un dedo sobre su mejilla. – Y yo sé de todos los chismes en el centro de estética, querida, tu querido roomate es tópico recurrente por allá.

- Probablemente esté... - No se me ocurrió qué decir, solo se me vino a la mente el beso de despedida y su mano tibia tomando la mía.

- Tratando de cazarte... - Se rio traviesamente.

- ¡Pero no es que solo seamos roommates, él también es mi jefe! – Mi corazón se apretó al yo misma romper mis ilusiones para con él. – Él no sale con sus trabajadoras, solo debe estar jugando, como siempre.


Y antes de ponerme a llorar como una niña, abrí el paquete de patatas fritas y comí.    






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