EL RINCÓN LITERARIO: 5, 6, 7 TO YOUR HEART

 



¿Va... vacaciones?



Las dos semanas que mi querido y molestoso roommate se fue de vacaciones pasaron lentas y aburridas, aunque hubiera preferido que siguieran así las siguientes dos... ya que su secretario, digo, "asistente ejecutivo", se fue de vacaciones con su noviecita, ¡Y el maldito enano me dejó como su suplente!


¡EEEEEESE EEEEEEDDIIIIIIEEEEEE!


Me tocó acompañar a Killua a todas sus reuniones, organizar sus salidas y contestar sus llamadas cuando estaba ocupado, ¡Y para peor me quedaba todavía mí propio trabajo!


Y todo esto me pasó porque me rehusé a ir con él y su novia de vacaciones para la semana del carnaval nacional, que será en 14 días más, ¡Pero si es obvio que no quería ser la tercera rueda, o la violinista, o quien toma las fotografías! Yo solo quiero estar tranquila en esa semana, no saber del mundo, o a lo más, ir a comer a casa de mis padres.

¡Y ahora para peor, Eddie le mandó un mensaje a Killua debido a que se ganó dos entradas extra para esa fecha, y lo invitaba para que fuera con alguien!

¡Y adivinen a quién llevará! ¿A su hermana? ¿A un nuevo affair?


- Hey, Pirika, el renacuajo nos invitó a su viaje en 10 días más.

- Yo le dije que no iría. No me interesa ir y menos con los azucarados Edaisha - Ese es el nombre que le pusieron las chicas de Recursos Humanos a la parejita de enamorados.

- Se ganó dos entradas y ya me las mandó a dejar por currier. – Killua tampoco se veía muy motivado. – El bastardo se aseguró que fuéramos.

- Yo no voy a ir, búscate a otra persona, ¡Adiós! – Traté de huir, pero el Jefe se interpuso entre la brillante salida y su despacho.

- Aisha dijo explícitamente que tenías que ir tú.

- ¡Diablos!


¡Y partimos a un lugar de ensueño entre los enamorados! Un centro turístico en medio de un bosque que tenía un gran hotel, SPA, y muchas actividades que se pueden hacer en parejas... Qué asco.

¡Y los primeros que estaban listos y dispuestos para no salir de su habitación en muchas horas, eran los noviecitos! Con Killua nos quedamos mirando horrorizados ante la situación y nos dirigimos directamente hasta el bar.


- ¿Qué haces en estos casos, albino? – Le pregunté tomando una bebida caliente porque estaba tiritando.

- No suelo salir con Eddie en ese estado, así que estoy en blanco... - Entendió tarde lo estúpido y gracioso que sonó eso.

- Pffffff – ¡Me burlé por quedarse blanco, cuando ya lo era de hace tiempo!

- No te burles, mujer barbárica. – Me calmé y seguí soplando mi bebida muy caliente. - ¿Y qué haces tú para zafarte en estos casos?

- ¡Me suelo enfermar convenientemente, y desaparezco como el Mago Houdini! – Hice que mi roommate se riera.

- Lamentablemente ya no lo podemos aplicar, así que debemos pensar en algo qué hacer...


Por suerte el barman escuchó nuestro dilema, y nos recomendó tomar las actividades que ofrecían en el lugar, las cuales iban desde practicar canopy hasta hacer senderismo por el bosque que nos rodeaba. Mi acompañante observó cuidadosamente el volante que nos obsequió el sujeto, y se le ocurrió algo que podíamos hacer.

- Tal vez no sea tan aventurero como Gon, pero he aprendido de él muchas cosas – Me dijo tomando su chaqueta y obligándome a seguirlo – Sobre todo, cómo hacer de un senderismo algo más entretenido.


Compramos un libro de flora y fauna de la entrada del hotel, porque ninguno de los dos sabía del todo qué podríamos encontrar, y además tener un libro en las manos es más interesante que buscar en un teléfono, ¡Y nos adentramos por el bosque!


Fuimos investigando los alrededores, observando aves, plantas y más que nada, el camino. Al principio me sentía nerviosa, ya que técnicamente me estaba adentrando a un bosque que jamás en mi vida había conocido, pero el estar con ese albino más alto que yo, vestido con pantalones y botas militares, una chaqueta gris acolchada y una bufanda roja y gruesa que está con todos sus sentidos alerta, me tranquilizó.


Tiene algo que me hace confiar ciegamente en él.


- Killua, ¿Te puedo hacer una pregunta?

- Dime, mujer – me respondió calmadamente y me ayudó a cruzar por un río.

- ¿Por casualidad no nos hemos conocido antes?

- ¿Eh?


Paramos cerca de un claro, y nos sentamos a comer unos sándwiches que compramos antes de salir.


- ¿A qué te refieres con eso, Pirika?

- A veces siento que me eres familiar, pero no puedo recordar si te había visto antes.

- Suelo aparecer en los medios, por el trabajo...

- No, no siento que se conecte con ello... ¿Qué hacías de más joven?


Killua calló por un momento, pensativo.


- Fui Cazador, bueno, lo sigo siendo, o si no los guardabosques no me hubieran dejado hacer esto.

- ¿Desde los 12 años, como Gon?

- Más o menos.

- Ya veo... - Pensé cuántos años tenía yo cuando él se hizo Cazador. - ¿Cómo eras físicamente en esa época?

- Déjame pensar – Dijo luego de comerse su último sándwich – Era más o menos de tu porte, me veía como un chico normal... y tenía el cabello igual de desordenado que ahora.


La imagen mental no me ayudaba mucho. Me lo imagino muy similar a lo que es ahora, y no siento que esté logrando acordarme si lo vi en alguna parte antes.


- ... Hey, te estoy hablando.

- ¡Ah! ¡Lo siento! ¿Qué me dijiste?

- Que me dieras tu sándwich. – Lo miré desafiante, y agarré con fuerza mi comida. – Ok, ok, es broma... No me lo comeré.


¿"Es broma..."? ¿Acaso no será...?


Antes de que me llegara la iluminación divina mi celular sonó. Aisha nos preguntaba dónde estábamos, porque tenían una reservación para ir a cenar los cuatro.


- Nosotros ya comimos, Aisha, y estamos muy lejos para llegar en veinte minutos – Le dije en altavoz.

- ¡Pero, Pirika! Es comida con una crítica buenísima...

- Los podemos esperar por cuarenta minutos, o si no los haremos pagar la cuenta aunque no hayan venido, ¡Y eso va para ti, Killua! – Gritó Eddie molesto.

- Maldición... ¡Me invitaste para pagar tus caprichos, maldito renacuajo!

- ¡Muahahahahahhahahaha! Creíste que era por amistad, ¿Eh? – Cortamos la llamada, y nos miramos indignados a causa de mi primito desgraciado.

- ¿Qué hacemos? De todas formas se está poniendo oscuro.

- Puedo hacernos llegar en diez minutos, pero debes confiar en mí, Pirika. – Ladeé la cabeza sin entender su invitación. – ¿Conoces sobre los Cazadores verdad?

- ¡Claro! Son gente con habilidades extraordinarias, que hace cosas increíbles...

- Muy bien, entonces, si soy Cazador...

-No, tú mayor habilidad es comerte las masas crudas de los pastelillos sin enfermarte.


Killua se tropezó mientras caminaba.


- ¡Eso es parte de mi entrenamiento de cuando era más pequeño!

- Oh... ¿De verdad? ¿Desde siempre te entrenaste para ser un Cazador? Pero los Cazadores no tienen que hacer cosas para envenenar a la gen... - La expresión seria de Killua hizo que me diera cuenta que... dije algo que no debía.


- Me pregunto por qué a veces tienes tan buena memoria, mujer...

- ¿Dije algo que no debía cierto?

- Estás a punto de descubrir algo que no deberías saber...

- Ay... - Killua se adelantó y se puso delante de mí. Sujetó mis hombros y se puso casi a mi altura.

- Pirika, eres una persona muy importante para mí, – Siento que mi estómago es un lío – y no quiero que corras peligro por algo que no estás lista para saber... - Tragué saliva y palidecí un poco - ¿Has escuchado mi apellido anteriormente?

- Como leyendas de internet, de hecho... Pero no creo que sean...

- Son ciertas.

- ¡¿Qué?! ¡¿Eres un asesino profesional?!

- Bueno, yo no. Pero mi familia lo es, o lo era.

- ¡¿Lo era?!

- Si quieres que te cuente todo, tendrás que pagar un precio muy alto.

- Lleguemos rápido a la famosa cena de esos dos molestosos y nos encerramos con una botella de whisky y me cuentas todo.

- ¿La botella va por tu cuenta?

- Pero por su puesto. – Killua sonrió, satisfecho por el intercambio.

- Súbete a mi espalda y te sujetas muy fuerte. Sentirás un cosquilleo, pero no te asustes.


Hice lo que me dijo y, sin darme cuenta del todo lo que ocurría, ya habíamos llegado al hotel. Aunque cuando bajé de su ancha espalda, el mundo me dio vueltas, y no pudimos ir a cenar con Eddie y Aisha.


Me mareé y Killua terminó llevándome a mi habitación.


- Lo siento no creí que te afectaría tanto...

- Tranquilo... - Le dije tratando de enfocar a cuántos Killua le estaba hablando. – No tengo una buena condición física, así que lo que sea que haya pasado no me hizo muy bien...


Iba a tocar su brazo para que se despreocupara pero una fuerte descarga eléctrica nos sorprendió.


- ¿Qué fue eso? – Le dije exaltada - ¡Sonó más fuerte que cuando me quito un sweater de lana y toco a alguien después!

- Es eso, estática.

- ¿Qué?

- ¿Me dijiste que los Cazadores tienen poderes extraordinarios, no? El mío es la electricidad.

- Eso explica muchas cosas...

- ¿Ves? Ahora descansa un momento. Todavía tengo tiempo para llegar con el par de molestosos y les explicaré lo que te pasó.

- No es justo... Yo de verdad quería saber qué clase de misterios guardas, Killua Zaoldyeck – Él rió por mi expresión de chica amurrada.

- En otra ocasión, señorita, prometo contarte algún día. – Me di media vuelta y me hice un gusano envuelto en la cama.

- La última vez que dijiste eso terminé descubriendo yo que te habías molestado con Gon porque no apareció en tu cumpleaños.

- ¡Oh! ¡Es cierto! Ya lo había olvidado – Abrió la puerta y antes de irse, me dijo – Pero esta vez lo haré. Tengo ganas de contarte.




¡Ojalá las ganas le hubieran durado más! Al día siguiente hizo como que no se acordaba de lo que habíamos conversado, y a pesar de que Eddie y Aisha hicieron de las suyas por dejarnos en la misma habitación los tres días que nos quedamos allá, no emitió palabra alguna sobre su pasado.


Tan cerca y a la vez tan lejos... Ya incluso pareceque todo fue un sueño.



Comentarios

Entradas populares