EL RINCÓN LITERARIO: CRAWLSPACE

Héroe




El joven despertó luego de varios días en la misma clínica donde llevaron a su madre hace unos meses atrás, y una suave pero fuerte mano lo sujetaba con cariño.

– ¿Mamá? – Preguntó un poco adolorido el joven tumbado.

– ¿Ves que no eres el único que se queda noches enteras al lado de un enfermo? – Pirika se encontraba contenta y aliviada de ver a su hijo recuperar el conocimiento. Había pasado innumerables penas, angustias y horrores los ocho días que lo tuvieron cautivo, y los otros cuatro días que él estuvo inconsciente en el hospital, no los pasó mejor.

– Nos alegra que hayas despertado, Zero. – Desde el otro lado su papá se encontraba sentado y el joven lentamente se dio vuelta para mirarlo.

– Gracias por rescatarme, Papá.

– ¿De qué hablas, jovencillo? – Se veía ofendido por lo que le dijo su vástago a duras penas – ¡Es solo mi deber de padre el proteger tu trasero en todo momento! Además... – Agregó observando la puerta y haciendo un ademán con la cabeza. – Fue un trabajo en equipo.

De la puerta, se asomaron tres cabezas conocidas para Zero: Una de color rojo, otra negra y otra castaña, que fueron empujadas por la vocera del proyecto hacia dentro de la habitación.

– ¡Auch! – Dijeron las tres al unísono, y la joven de cabello negro trenzado se hizo la desentendida.

– Joven Zero Lumi... - Pausó su discurso María Conchita Hernández, llamando la atención del joven albino, su padre, su madre y las cabezas fisgonas. – Quiero decir, Zero Zaoldyeck. De partida te quiero pedir disculpas por todas las cosas que sospeché de ti en su momento, sin saber nada sobre tu pasado ni creer en tus verdaderas intenciones.

– Este... – El joven entendió que la pausa que hizo la vocera, y sus grandes ojos negros abiertos demandaban una respuesta de su parte. – Acepto tus disculpas Srta. Hernández, no tenía cómo saber todo eso, siendo yo un sospechoso ideal.

La sonrisa triste del joven le partió el corazón a la vocera, haciéndola sentir más mal de lo que ya estaba, pero sin hacerlo notar, tosió un poco para luego continuar con su discurso.

– Sin embargo, los recientes hechos han dejado en claro tus intenciones y tus actos, los cuales han sido catalogados como heroicos tanto por la prensa como por los miembros del Proyecto.

– ¿Heroicos? – Zero no creía que eso fuera posible.

– Hiciste frente a Vikernes, no una sino tres veces, barra – comentó Alexander Fraser, su capitán. – Y además a las tres sobreviviste para contarlo.

– Por otro lado, descubriste el paradero de las víctimas del atentado a la Casa de la Ópera. – Añadió una figura que se integró a la habitación.

– ¡Maestro! – Se sorprendió el joven albino de ver a Kurapika también allí. – Pero... yo solo tenía ligeras sospechas, y si no fuera por ti... – Su maestro lo hizo callar con una sonrisa.

– Para esta nación al borde de la desesperación, eres un héroe, joven Zero. – Recalcó felicitándolo el hombre de traje y cabello rubio.

– Por ello, Zero – Le volvió a hablar la vocera. – La presidenta Turunen quiere verte personalmente.

Eso sacó de su poca estabilidad al joven adolorido. Para una persona común y corriente como él, de pronto ser considerada héroe y ahora, que la presidenta en persona desee hablar con este sobre sus hazañas, era algo realmente difícil de digerir, y para peor, despertando recién de su letargo. Sin embargo, a la semana siguiente de su dada de alta oficial, Zero Zaoldyeck se reunió con tal figura pública, siendo ella la primera en hablarle y felicitarlo por todo lo que había hecho por su país a tan corta edad. Por ello, le dio un reconocimiento oficial, acompañado de una medalla de honor.

– Gracias a tu ímpetu de querer salvar a esta humilde república, joven Zero, te has convertido en nuestro sankari. – Le sonrió la mujer de cabello oscuro y pómulos marcados. – Estás a la altura de los grandes héroes de nuestra nación, querido.

Y no solo fueron los vítores de la presidenta o del pueblo de Eiyuu lo que recibió Zero ese día. Sus compañeros, camaradas y funcionarios del Proyecto CRAWLSPACE lo apoyaron, al igual que sus padres. Sin embargo, a la mañana siguiente de la celebración, se reunieron las mismas personas que supieron la verdadera identidad del joven albino de 18 años, más ahora, el nuevo sankari de Eiyuu.

– Señores. – Habló María Conchita Hernández, formal como acostumbraba ser. – Hoy nos reunimos para tomar cartas en el asunto contra la recién denominada Facción Holopainen.

Zero junto con sus padres habían visto esa mañana la declaración de guerra que hizo el Ex-General Holopainen hacia la presidencia de Turunen y el proyecto CRAWLSPACE, que tenía ahora aprobación gubernamental como organismo pacificador. En aquel mensaje publicado a través de la red, comentaba que él fue el chivo expiatorio de la presidenta, y que lo acusaba falsamente de provocar los atentados terroristas. De hecho, proclamaba que era dueño de los planos originales del proyecto CRAWLSPACE, y que, lamentablemente se los quitó la fundación Speedwagon. Así también, acusaba a Zero de agredir al verdadero héroe de Eiyuu, Pål Vikernes, el cual se encontraba grave en una ciudad alejada del control de la presidenta.

– Lamentablemente Holopainen aún es muy valorado entre el pueblo de Eiyuu, y este se encuentra en medio de una disputa por abanderarse a favor de él o la presidenta Turunen. – Habló con superioridad Kurapika.

– Ciertamente este es un problema – Analizó Botobai Gigante. – Pero estoy a favor de la Directora Speedwagon. Lo que sea que ella escoja por el bien del proyecto, la ayudaré.

– Directora Speedwagon – habló Alexander Fraser - ¿Qué haremos como Proyecto CRAWLSPACE?

El Proyecto CRAWLSPACE, ya no era el gran proyecto de unión global que consolidaba a las diversas naciones que no pertenecían al V5, mediante la alianza de diversos campos del saber con el propósito de crear asistentes controlados que profundizaban las áreas de ciencia y exploración sin fronteras. Ahora, el proyecto era símbolo de resistencia frente a la opresión de la violencia: CRAWLSPACE era el grito de los débiles y el llamado a la paz.

– Nosotros ya no podemos desligarnos de la declaración de guerra que hizo Holopainen. – Suspiró pesadamente la mujer de cabello alborotado, sentada entre su esposo y su hijo. – El Proyecto CRAWLSPACE ahora es el grupo de caballeros que protege a la delicada Eiyuu, como representación de las naciones que no poseen voz ni voto en este mundo gobernado por el V5.

Todos los presentes callaron ante las palabras cargadas de desilusión de la directora. Cuando las víctimas sobrevivientes del atentado a la Casa de la Ópera despertaron, quienes representaban al V5, decidieron desligarse completamente del financiar o apoyar tanto la formación de la Alianza por el Cese de Fuego como del Proyecto CRAWLSPACE. Sin embargo, la Asociación de Cazadores junto con el actual director de la Fundación Speedwagon, y Eiyuu por otro lado, decidieron apoyar el proyecto de todos modos, enviando insumos y financiando los avances y actualizaciones en los modelos.

– Entonces, eso significa, Directora Speedwagon... – Habló la vocera del Proyecto.

– Eso significa María Conchita, que protegeremos esta tierra de la violencia de Holopainen.

María Conchita Hernández aprobó la orden de la directora con vehemencia, al igual que los pilotos de los CRAWLSPACE y los cazadores presentes.

Barra, ¿Estás de acuerdo con la declaración de la Directora Speedwagon? – Comentó suavemente Alexander Fraser en cuanto salieron de la sala de reuniones y se dirigieron al plató central, donde estaban Sandringham y Chirau junto con los técnicos y sus CRAWLSPACE.

– De hecho, yo la convencí en cierto modo de que debíamos hacerlo. – Le dijo con confianza el muchacho de cabello blanco. Cuando vieron la declaración esa mañana, su madre estaba hecha una furia por las falsas acusaciones que hacía ese maldito bastardo, y él y su padre tuvieron que hacerla desistir de la idea de ella subirse a un CRAWLSPACE y patear el trasero de ese hombre. Y Zero, le propuso que todo el proyecto CRAWLSPACE se dedicara a defender a Eiyuu de las manos de ese villano.

– Eso es bueno, barra Zaoldyeck. – Asintió Fraser mirando hacia unas pantallas al frente de ellos, ya en el plató central. En ellas se mostraba un extra informativo del noticiario central, donde revelaban la última declaración que hizo el símbolo de la Facción Holopainen, un Vikernes herido y vendado, en contra del sankari de Eiyuu.

El capitán Fraser masculló una ofensa en su idioma natal luego de escuchar la victimización del tipo de cabello bicolor, y Zero, lo miraba con odio, mientras oía sus latidos estrepitar fuertemente en su pecho.

La próxima vez que viera a Pål Vikernes, le devolvería todo lo que le había hecho, y eso lo juraba, por sobre el emblema que el sujeto de la pantalla llevaba colgado, como un trofeo de guerra.











Fin_¿?



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