EL RINCÓN LITERARIO: CRAWLSPACE
Primera_Misión_Problemas
(25 de diciembre, República de Eiyuu. Centro de Investigación de la República de Eiyuu)
Zero Luminen, el prodigio nivel SS de la selección de cadetes realizada hace menos de un mes, tenía un aspecto deplorable.
– Luminen. – Rezongó el General Holopainen sentado de brazos cruzados en la sala de reuniones, indignado, junto a la comitiva encargada del Proyecto CRAWLSPACE. – Me imagino que sabes el porqué de esta extraordinaria situación.
El muchacho de 17 años, con su cabello blanco sucio, la cara morada y sangre seca en su labio inferior, solo lo miró, sin objetar nada. Tanto su rostro como sus manos dolían y prefirió callar la rabia que sentía por lo que había sucedido, y no estaba preparado para vivir.
El General le lanzó el reporte de Vikernes acusando su insólito comportamiento en la primera misión que le enviaban.
– Lee en voz alta el último párrafo de esa página, Luminen – Ordenó Botobai Gigante al cadete.
– "No obstante, recibí una negativa por parte de Zero Luminen, el cadete del CRAWLSPACE099. Dijo que eran civiles y no terroristas".
– ¡¿Quién te entrenó para identificar terroristas de civiles?! – Golpeó la mesa el Cazador, enfurecido por el actuar desmedido del prodigio.
– Na... Nadie – respondió serio el habitante de Eiyuu.
Zero no deseaba seguir leyendo el reporte y se alejó de él molesto.
–¡No puedo creer que tengan a un desquiciado piloteando en una misión de paz!
– No tienes permitido emitir un juicio sobre nuestras decisiones. Eres un cadete bajo nuestro mando, no un Cazador escrutador. – Recalcó el General Holopainen. – Además Pål Vikernes es un soldado remarcable, a pesar de ser un recluso en el Reino de Nynorsk y que en cuanto termine su trabajo en el proyecto deberá volver a la cárcel.
Zero Luminen abrió sus ojos violetas de par en par tras oír que el tipo con quien se enfrentó estaba preso en el Reino de Nynorsk.
– ¡Tch! Debido a la nieve... – chistó indignado Zero Luminen mientras seguía el reporte de Vikernes. Él sabía que lo hizo a propósito.
– ¿Qué significa eso, Luminen? – Preguntó el General Holopainen con venas sobresalidas en su cuello. – ¿Qué le hiciste a Pål Vikernes?
– Mi función asignada en el Bloque Fraser es el prevenir que Pål Vikernes se descontrole, y en el caso de que lo haga, debo neutralizarlo. – Miró desafiante al General, con unos ojos encolerizados y penetrantes que lo asustaron. – Yo solo lo neutralicé, y lo llevé a donde el Capitán nos esperaba.
– Tal como dicen los reportes de Chirau, Fraser y Sandringham. – Aseguró Botobai. – Muchacho, ¿Qué fue lo que hiciste para golpear mucho más fuerte a Vikernes, a pesar de ser herido por él?
Zero lo observó detenidamente y le respondió con osadía.
– Usted lo debe saber bien, Sr. Botobai. También tiene el mismo poder. – Botobai Gigante tragó saliva. Hace muchos años había visto ese comportamiento desafiante en otro cazador, muy similar a ese chiquillo albino.
– ¡Zero Luminen! ¡Se encuentra suspendido de sus labores hasta que obtenga una evaluación psicológica convincente!
De un portazo, Zero Luminen se retiró de la sala, metiendo sus manos en los bolsillos de su overol gris y refunfuñando amurrado como un niño pequeño.
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