Una persona común y corriente en Santiago (generalizando), no es muy fanática de la lluvia: Piensa que su día se arruinó, las calles se van a inundar, va a quedar la *****, y cosas así.
Por otro lado, a Pirika le encanta. Prefiere los días de lluvia antes que los días soleados. Le gusta sentir en su cara las gotas frías, caminar hacia su casa por el barro, y mirar por la ventana, con su pijama puesto, cómo cae el agua del cielo. Dice que es algo pacífico.
A K1llu7 no le viene ni le va la lluvia, o sea, no le agrada pero tampoco le desagrada. En sí él prefiere el frío que el calor, pero... cuando llueve muy fuerte no le gusta cómo suena cuando cae en el techo, se pone muy nervioso. Quién sabrá el porqué.
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